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domingo, 11 de julio de 2010

¡Cuánto tiempo!

Hola:
Otra vez han pasado siglos desde la última entrada. Ese es el problema de no tener nada que decir...
Ya sé que se supone que esto iba a ser un blog sobre letras. Me parece que lo voy a cambiar y, además de sobre libros, hablaré de vez en cuando sobre cine.
Muchas veces me han preguntado cuál es mi película favorita. Es una pregunta difícil de responder. Creo que sería Gritos y susurros de Ingmar Bergman. Muchos se asombrarán, porque en cuanto se osa nombrar a ese director, a la mayoría se le ponen los pelos de punta. Posiblemente es por cómo trata Bergman ciertos temas...
Voy a resumir la peli.
Suecia, finales del siglo XIX o principios del XX.
Agnes es una mujer de unos treinta años que agoniza por un cáncer de matriz. Sus hermanas, Karin y María, han ido a verla a la casa en la que pasaron su infancia. Les acompaña Anna, la sirvienta de Agnes. Estas cuatro mujeres son muy distintas y la película va a ir describiéndolas poco a poco.
Agnes sufre su dolor en silencio. Sus hermanas son absolutamente incapaces de sentir empatía por ella y la única que la consuela es su sirvienta, que es también su amante. Agnes ronda los treinta años y nunca se ha enamorado. El único hombre por el que tiene cariño es David, el médico.
Por otro lado, tenemos a Karin y a María. Las dos están casadas, Karin tiene varios hijos y María, una niña. En el matrimonio de Karin no hay amor, es más, Fredrik, su marido, le repugna. Sin embargo, le es muy fiel. El marido de María es un pusilánime, incapaz de decir lo que opina realmente. María se aprovecha de esto y le engaña alguna vez.
La enfermedad de Agnes va avanzando hasta matarla. La única que la consuela en sus ataques de dolor es Anna. Cuando Agnes muere, sus hermanas y sirvienta la velan. El cadáver se queda varios días en la casa.
En una de las pesadillas de Anna, aunque parece completamente real, Agnes vuelve a la vida y les dice a todas que no puede dejarlas y que no encuentra paz. María siente tristeza y Karin, repugnancia. Anna es la está más triste por la muerte de su ama (y amante). Unos días más tarde tiene lugar el entierro. Cuando todos vuelven a la casa, toman café y deciden echar a Anna, a la que le dejan quedarse con un recuerdo de Agnes. Recogen sus equipajes y se marchan. Volverán a verse en la noche de Reyes.
Esa noche, Anna coge el diario de su querida Agnes y empieza a leerlo. Lee el primer día en que sus hermanas están en la casa. Es una escena en la que Agnes siente gran paz y felicidad. Fundido a rojo. Una pantalla que nos dice: "Y así se acallaron los gritos y susurros." Oscuridad.

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